MIS EMOCIONES POST PANDEMIA“

Es importante reconocer que la pandemia de COVID-19 nos ha dejado muchas cosas entre ellas una gran enseñanza de cómo vivir con este virus que ha llegado para quedarse.

Al inicio de la pandemia pensé que sería como cualquier enfermedad, que solo serían unos días y que pronto regresaríamos a clases, pero al paso del tiempo cuando empecé a escuchar por las noticias el número de gente que iba muriendo empecé a sentir mucho miedo por lo que fuera a pasarla mi familia, nos encerramos y no salimos por mucho tiempo, también sentí mucha impotencia de no saber qué hacer para que no les pasara nada, trate de que mis hijos estuvieran más tranquilos realizamos actividades que hace tiempo ya no realizábamos entonces llegó el momento para sacar los juegos de mesa que desde hace mucho ya no jugábamos desde damas, monopoly, lotería, dominó, serpientes y escaleras entre otros, hasta retomamos los viernes de película, también pudimos desayunar y comer juntos algo ya no hacíamos pero sobre todo pudimos platicar acerca de nuestros miedos, frustraciones, de nuestros logros y de lo que queríamos en un futuro, esto nos ayudó a redescubrirnos como familia pero sobre todo a valorarnos.

                                                    

                           

                                 

 

Yo creo que esta pandemia me dejó el valorar a cada uno de los miembros de mi familia desde mi mamá, esposo, hermanos, hijos y sobrinos, hasta a mis propios alumnos; así como el conocernos mejor, el estrechar esos lazos de unidad y amor el saber que debemos estar unidos para poder resistir cualquier situación, siento que esto me ha ayudado mucho para poder salir adelante y no nada más a mi sino a todos y cada uno de nosotros.

                                                    

Mi proceso de adaptación como docente

Los retos a los que me enfrenté como maestra fueron grandes el primero fue el reconocer cómo iba a trabajar con mis alumnos si ya no los iba a tener de forma presencial eso me llevó a darme cuenta que necesitaba algunas habilidades digitales para poder continuar con el trabajo e inicié tomando cursos de forma virtual así como muchos webinars, pero después cuando tuve que implementar algunas estrategias en mi grupo, triste fue mi despertar cuando me di cuenta que en la localidad donde trabajo las familias no cuentan con acceso a internet, ni mucho menos tienen computadora en casa, solo cuentan con un celular por familia y eso lo tuvieron que comprar para poder tomar las clases.

Después de tantas desilusiones que tuve al implementar el uso de la tecnología en mi grupo, decidí retomar solo el uso de whats App y así estuve trabajando todo este ciclo escolar con mis alumnos, enviando actividades de todas las materias, usando audios para las lecturas o para enviarles pequeños mensajes cuando se sentían tristes y ya sin ganas de trabajar, videollamadas para interactuar y conocernos un poco y en ocasiones meet para realizar pequeñas evaluaciones. Pero a pesar de las limitaciones estoy contenta porque siempre tuve el apoyo de los padres de familia y sobre todo la gran disponibilidad  que presentaron siempre mis alumnos por aprender y el gran entusiasmo con el que realizaban sus actividades.

                                                                

Pero nunca me di por vencida al contrario mis hijos me ayudaron mucho en el aprender a usar la nueva tecnología, mi esposo siempre ha estado conmigo apoyándome en todo; los audios que me enviaban mis alumnos me ayudaron mucho tanto para entenderlos como para levantarme el ánimo siempre con palabras bonitas y alentadoras y también para saber cómo se sentían ellos y que pensaban en los momentos de confinamiento.

El taller en el que ahora estoy me ha ayudado mucho a salir adelante y a confiar en lo que soy y en lo que puedo hacer, las pláticas del psicólogo Hilder siempre tan atinadas y muy bien presentadas hacen que me sienta más tranquila creo que estoy preparada psicológicamente para iniciar con mi proceso de adaptación a la nueva forma de trabajo que se tiene para el nuevo ciclo escolar, claro siempre con un poco de incertidumbre porque no se sabe que va a pasar, pero por ahora sé que lo más importante es estar bien física y emocionalmente el vivir el ahora siempre con mucha alegría, optimismo y sobre todo con buena actitud.

                   

              

 

Mi alumno más vulnerable

Es un niño, de 6 años, muy tranquilo, pero alegre, le gusta dibujar y lo hace muy bien, tiene a su papá, mamá y un hermano menor de tres años, le gusta realizar sus trabajos, aunque sé que la mayor parte de veces necesita ayuda para realizar sus actividades, sé que se esfuerza por aprender y lo demuestra cuando reviso sus evidencias.

Creo que ahora se siente un poco más vulnerable ya que perdió a su abuelito durante la pandemia; su abuelo era lo máximo para él, era con quien platicaba, jugaba y se distraía mientras su papá se iba a trabajar. Mientras su abuelito estuvo enfermo en el hospital Axel estuvo entregando a destiempo sus actividades y se notaba lo que él sufría porque la calidad de sus trabajos empezaron a ser diferentes, cuando fallece su abuelo, él comienza a perder entusiasmo por la escuela ya no entregaba trabajos y su lectura y escritura comenzaron a bajar; entonces comencé a enviarle audios para motivarlo y platicar con él acerca de como se sentía y le enviaba actividades lúdicas para distraerlo un poco de su estado emocional, aparte de las actividades que enviaba en general a todo el grupo en la asignatura de educación socioemocional. Incluso lo esperaba un poco con la entrega de evidencias siempre tratando de no abrumarlo más y respetando la situación por la que pasaba.

En este momento creo que necesita un poco más de distracción, pero sobre todo el cariño y amor de sus padres y motivarlo a seguir adelante y lo importante y valioso que es él para todos.